Cuando la moda HABLA (en mayúsculas)
El conflicto palestino no ha pasado desapercibido ni en la pasarela ni en el street style.
La moda en general (y las prendas en particular) ha sido a lo largo de los siglos esa voz de denuncia y de visibilización de muchos cambios sociales. No lo sé por haberlo vivido, pero sí por haberlo leído. La minifalda como símbolo de liberación femenina. Las pelucas de la corte de Maria Antoñeta como símbolo de estatus. Las chaquetas militares de la II Guerra Mundial como símbolo del idealismo de los 60.
Benjamin Alexander Huseby y Serhat Içik, diseñadores de la marca GmhB, confesaron en Vogue:
“Como diseñadores de moda, normalmente expresamos nuestros pensamientos en la ropa y dejamos el resto a la imaginación. Pero estamos viviendo un momento peligroso, donde la precisión de las palabras son más que necesarias”.


Fueron directos y mandaron un mensaje claro: su apoyo al pueblo palestino. Pero este apoyo también se ha visto en la calle, en el street style de semanas de la moda como la de Cophenaguen (y una de las más innovadoras). Y es que, este tipo de tendencias, no suelen salir de la pasarela y llegar a la calle. Este tipo de tendencias se crean en la calle, formando discursos de moda que, más tarde, los diseñadores plasman en sus colecciones y las presentan encima de la pasarela.
La moda de guerrilla no es algo nuevo. En esto, Demma Gvasalia, exdirector creativo de Vetements (su marca propia) y Balenciaga, era el rey. La colección que presentó para Balenciaga en 2019 tuvo una atmósfera irónica y muy crítica hacia los poderes políticos europeos. Con un escenario que pretendía representar el Parlamento de Estrasburgo, el diseñador plasmó en la superposición, los cortes ochenteros y el uso de marcas como Mastercard los nexos de unión entre los poderes públicos y económicos. También escribió mensajes de denuncia como “Earth”, “Let’s protect life and our planet” o “Save the planet”.
Un año antes, también se hizo viral su colección por sacar merchandasing de denuncia con el logo de World Food Programme. El dinero recaudado se donó a la organización como muestra de apoyo.
Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Dior, también gritó a los cuatro vientos su convicción feminista con el mensaje “We should all be feminists” estampado en camisetas básicas blancas. ¿Tendría algo que ver con el nacimiento del #MeToo?
Todo aquel que sea altavoz o influencia en la sociedad debería dar voz a todas aquellas causas y personas que no la tienen. La moda, al fin y al cabo, no deja de ser una herramienta más para conseguir este fin. Siempre y cuando los grandes grupos de moda (al que pertenecen las grandes maisons) den el GO, claro.
Pero nosotros, los compradores y consumidores de la industria, también jugamos un papel importante: recordar las causas y no caer en el engaño de que, como las tendencias, cada temporada cambian.
¿Y vosotrxs? ¿Creéis en la buena intención de este tipo de rebeliones o pensáis que solo tiene que ver con estrategias de marketing?
Os leo 👀 Siempre con amor, hasta la próxima ❤️
Bienvenida a substack Nerea ◡̈
Me ha encantado descubrir Moda entre bambalinas a través del substack Diarios de un ex-millenial. Antes era una fiel seguidora de la moda. y la vida, el trabajo, las mudanzas de país han hecho que ya no lo sea tanto y ahora que leo tu newsletter me doy cuenta que me sigue gustando mucho! así que espero que seguirte sea un reencuentro con un ex amante al que aún quiero y nos dejamos no sé por qué... ♡
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