Señoras bien: romanticismo liberador y empoderado
Bella Baxter en 'Poor Things', Simone Rocha x JPG o John Galliano para Maison Margiela recuperan la fantasía de la Belle Époque y lo combinan con mensajes del siglo XXI.
Parece que hay una (¿nueva?) estética que va a hacernos volar de nuevo. Después de un largo tiempo siguiendo el lujo silencioso que Phoebe Philo comenzó con Old Celine, el extremismo, los volúmenes y lo tradicionalmente femenino cobra fuerza.
Lo de nuevo lo pongo en interrogante. Nos trasladamos a finales de la Época Victoriana, exactamente a la Belle Époque, y nos fusionamos con la fantasía de aquellos armarios de mujer que, además de decorativos, eran el grito sordo de todo lo que ellas no podían decir. Porque cuando te callan, la voz debe esconderse en algún otro lugar, ¿verdad?
Un viaje al pasado
Decimos hola a la moda de las mangas inmensas. ¿Pero sabes de dónde se recupera esta tendencia? Las mangas estilo Gigot (o de jamón, muy español todo) fueron tendencia hace 150 años, con Virginia Woolf o Edith Sitwell yendo a la cabeza de las mujeres que las pusieron de moda sin ni siquiera ellas saberlo.
Hasta esta época, las mujeres de clase alta o aristócratas requerían de varias personas para vestirse, ¡era todo un trabajo! Charles Frederic Worth (modisto inglés establecido en París) le parecía bastante absurdo (increíble que en esta época un hombre pensara en nosotras) y simplificó los grandes vestidos con enagua de crinolina: un artilugio hecho con seis aros de acero para abultar el vestido.
Recogió la falda en la parte trasera y creó la silueta polisón, toda una revolución. Esta nueva silueta, muy de moda en la época, hacía que la parte trasera de las mujeres quedara excesivamente levantada. Vamos, a marcar culo como ahora la Bad Gyal.
Rich Staples en Poor Things
Holly Waddington, la mujer detrás del vestuario de la película Poor Things, nos ha hecho soñar con una vestimenta que acompaña al propio crecimiento vital del personaje, Bella Baxter y que tiene muchísimas referencias a esta época.
Su inocencia, su rebeldía, su agonía existencial se ven reflejadas en cada uno de los looks. Los encajes y el estilo babydoll visten su primera etapa. Los corsés, los cortes extremos, los volúmenes son protagonistas en la etapa en la que descubre el mundo y su sexualidad.
Los tonos neutros y una mayor simplicidad en sus piezas van de la mano del cierre de la película, cuando Bella decide apostar por el amor simple, calmado y maduro: su viaje vital está llegando a su fin y esa madurez se refleja también en su armario. Eso sí, manteniendo en todo momento la personalidad y el toque ecléctico que caracteriza su personalidad.
Sobre la pasarela
Las grandes casas de moda también han subido a la pasarela este estilo reinterpretado. La estética romántica lidera las propuestas, tanto del prêt-à-porter como en la alta costura.
Simone Rocha fue la diseñadora elegida para diseñar la primera colección de alta costura de Jean Paul Gaultier tras la salida de su modisto homónimo. La elección de esta diseñadora está muy meditada: aunque parezcan dos marcas totalmente diferenciadas, ambas tienen el romanticismo (Rocha sutil y JPG radical) como base. Y me han encantado las referencias directas y delicados detalles que te trasladan directamente a la belle époque contemporánea.
Galliano también nos trasladó a esta época con su colección de alta costura de Maison Margiela. Las siluetas marcadas, los corsés reinterpretados y los tejidos románticos estaban presentes en todos sus looks.
Jil Sanders en su última propuesta para otoño-invierno 2024 también nos ha sorprendido con cortes y estructuras belle époque, pero trabajadas en tejidos contemporáneos que aportan el toque transgresor que diferencia a la marca.
¿Tú también crees que este estilo ha llegado para quedarse? ¿Cómo lo llevarías en tu día a día?
Con mucho amor, te leo mientras me preparo para aterrizar en tu email next week con un nuevo tema.